

Luego de una pelea es bueno conversar con cada uno de los hijos al respecto, reconociendo sus sentimientos y explicando que peleando o golpeando a su hermano no va a arreglar nada. Luego, en los momentos de calma, los padres deben aprovechar para marcar la cancha y trazar límites muy claros. Lo cierto es que los padres no deban permanecer indiferentes ante las peleas de sus hijos. Sobre todo porque lo que está en juego es la armonía de las relaciones familiares.
Los especialistas aseguran que las peleas son el termómetro de la paciencia de los padres...¿Quieres seguir leyendo más? Pues continúa por aquí... Bienvenido a LaFamilia.info
Un saludo.
Sergio.
1 comentario:
Complicado tema el que expones Sergio. Celos, riñas, discusiones... pueden parecer "normales" entre hermanos y hermanas pero nos tenemos que informar muy bien sobre como controlarlas, detenerlas y sobre todo, evcitarlas.
Gracias por el post.
Abel
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